La cara oculta del amor

La retórica no tiene sentido cuando intentas creerte todo lo que llevas dentro. Cuando la vida resurge de tu corazón destrozado con olor a muerte. Llevo días caminando por mis pensamientos sin llegar a verlos. Los busco y sólo encuentro la obscuridad de tu nombre, la crueldad de tu belleza, la inmadurez y frialdad de tu mente, el deseo de tu cuerpo y el dolor de tu placer. Si después de tanto tiempo buscando, tan solo, un punto de luz, una ínfima y miserable respuesta descubres que el amor es todo el dolor que llevas dentro, que hay que pagar tanto y durante tanto tiempo por el, creo que no merece la pena destrozar tu vida y la mía. Soy demasiado pobre como para pagar ese precio. Si realmente esto es el amor, te diré la verdad: prefiero ser un cabrón y saltar de flor en flor e ir de cama en cama buscando sólo el placer del sexo, sin hacer daño a nadie, y disfrutar, disfrutar de la soledad de cubrir, tan sólo una necesidad. Porque parece que nunca te has dado cuenta que cuando hacíamos el amor, cuando te acariciaba y sentía tus besos en mi piel y mis manos en tu espalda, rozándote suavemente no sólo disfrutaba mi cuerpo, no sólo disfrutaba yo, no sólo buscaba placer. Lo que más me duele de todo es que nunca te diste cuenta que cada vez que ocurría, tanto si duraba un segundo como si pasaba la noche entera, el que más disfrutaba era mi corazón. Yo, al menos, era lo que pensaba de ti, pero ayer mi castillo se derrumbó y la tierra se tragó los escombros.
Ya no encuentro nada dentro de mí. Ha desaparecido todo aquello que buscaba. Y sigo pensando si soy yo el que no sabe buscar o eres tú, que no me quisiste dar.
Y sigo soñando y sigo caminando sin llegar a nada
Tengo un agujero en el corazón y he grabado tu foto en el.
He mirado al horizonte, el sol era gris y su negra luz ha iluminado la cara oculta del amor.

10-6-96